Verano Analógico: un concepto que simboliza volver a lo simple💙
En un mundo donde todo parece estar atravesado por lo digital —las notificaciones, los algoritmos, la necesidad de mostrarnos— aparece la idea de un verano analógico.
Un DROP que simboliza:
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Desconexión para volver a conectar. No se trata de huir de la tecnología, sino de darnos el permiso a bajarle el volumen y disfrutar del presente: una charla bajo el sol, un libro en papel, un mate que pasa de mano en mano.
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La pausa como lujo. En tiempos acelerados, elegir ir más despacio se convierte en un acto de rebeldía y de cuidado. Verano analógico nos invita a vivir el tiempo sin apuro, a recuperar la sensación de que un día puede durar una eternidad.
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El valor de lo tangible. La piel que toca el agua, la arena que se pega en el cuerpo, las estampas y los colores que cuentan historias. Es la experiencia física y sensorial, la que nos devuelve al ahora.
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Autenticidad y disfrute. Así como nuestras prendas no buscan disfrazar a nadie sino acompañar, Verano analógico nos recuerda que lo verdadero es lo más simple: reírnos fuerte, improvisar planes, sentirnos cómodas en nuestra propia piel.
Verano analógico no es una tendencia: es una forma de recordarnos que lo más valioso sigue siendo lo simple. Un tiempo compartido, una prenda cómoda que te acompaña, una risa que no se sube a ninguna red.
En Piña queremos que cada pieza de esta colección sea parte de ese ritual: el de volver a vos, al disfrute, a lo real. Este es nuestro verano analógico, y queremos vivirlo con vos.
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Con amor,
Jeza

